San Ildefonso, rodeado ya de todo el esplendor de la España visigótica. Continuador de san Leandro y san Isidoro de Sevilla. Es muy notable, en la catedral de Toledo tras su restauración, la gran cantidad de referencias al milagro de la descensión de la Virgen para otorgar a Ildefonso la casulla azul. La escena ocupa por ejemplo toda la bóveda de un techo en una de las salas de la sacristía, o hacia el tesoro de la catedral.
Además, las primeras palabras en literatura castellana, escritas por Gonzalo de Berceo, se ocupan del relato de la casulla de Ildefonso. Y en fin, en este año dedicado a El Greco, este cuadro del autor sobre Ildefonso que se conserva en El Escorial, fue pintado hacia 1609.
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