Me coincidió con el aniversario de la Revolución mexicana que se celebra el 20 de Noviembre. Fue una fiesta inolvidable. Todos los colegios de la ciudad desfilaban por las calles céntricas haciendo sus números muy ensayados. Sus bailes las niñas con sus trajes y sus cintas. Otros chavalines iban disfrazados de Pancho Villa, Venustiano Carranza, Zapata y Madero, con sus bigotes, barba blanca, sombrero gigante y su trajecito cada uno de ellos. Otros hacían pequeños castellet como ejercicio gimnástico, otros simulaban ser guerrilleros/as y llevaban sus fusilitos. Al grito de "vienen los pelones" se tumbaban y hacían sonar las armas con un carrete incorporado. Y había un chavalín de unos 8 años que tenía cara de navajo y subido a hombros de otros gritaba con brío: "viva la revolución mexicanaaaaa! y así tres veces. También desfilaban y bailaban señoras mayores del centro de adultos de la ciudad, con trajes típicos llenos de colorido. Y había majorettes... pero sobre todo guerrilleros con sus cartucheras cruzadas a la espalda y guerrilleras que llevaban fruta y muñecos-bebés en una frazadita a la espalda, y mucha música y banderas mexicanas por todas partes. Una gran fiesta.
El templo de la fotografía es la parroquia de San Miguel. Cuando la visitó Maximiliano, dicen que dicen que cuentan que afirmó: "esta es iglesia de reyes".
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