15/5/11

SAN ISIDRO EN MADRID

Como algunos años atrás debería acudir hoy al Paseo de la ermita del santo? Para ver a los que, cada vez más, se revisten de casticismo de chulapos y parece que van o que vienen de la verbena? Siempre que he acudido aunque no fuera para beber agua, ni para tomar azucarillos ni aguardiente, me ha alegrado ver el bullicio del gentío, de gentes de todos los pueblos y de castizos madrileños... de los que sueltan frases sentenciosas, ocurrentes, divertidas... incluso de los que se atreven a bailar un chotis. Según decía Ortega, es ese Madrid provinciano que chocaba en tiempos de Goya con el Madrid ilustrado y le ganaba la partida... Pero voy a dos recuerdos de estas fiestas en la infancia. Uno era que mi padre nos hacía sembrar trigo en un vaso con tierra que colocábamos en el alféizar de la ventana, y lo regábamos periódicamente hasta que brotaba la espiga... Y el otro eran las corridas de toros. Cuando ya teníamos unos doce años fuimos alguna vez a una capea, quizás en la finca de Los Linarejos de mi tío Alberto Samper y Maria Aurora (ella es pariente de Luis Fernández Salcedo) Allí con alguna vaquilla después de ver a los mayores, te animabas a intentar dar un pase ayudado por un mayoral, que se atraía el becerro sosteniendo contigo un capote al alimón. Pasabas un poco de miedo, y a veces soltabas el capote y corrías como una liebre... pero volvías y le dabas dos o tres pases al alimón, ayudado por el maestro claro!
Pase al alimón  de un becerrillo

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