Una verónica y un natural. En memoria de mi buen amigo y excelente compañero José Serrano Carvajal, profesor de Derecho del trabajo en la UCM. Amante del toreo y autor de semblanzas taurinas. En una conferencia en 1987, dijo que Curro Romero había fundido su arte barroco con el cielo de su paisano Velázquez, formando ese triple milagro de Madrid: la luz que se toca, el aire que se ve, y el cielo de seda iluminada.
Nos dejó hace una semana. Descanse en paz.
Nos dejó hace una semana. Descanse en paz.
Sólo siento que las fotos, aunque de calidad, no reflejarán la magia y la poesía de tu admirado Curro Romero.
ResponderEliminarSon de Morante, en Zaragoza me parece recordar.
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